Los residuos orgánicos de frutas, verduras y restos de cultivos son recogidos y tratados de manera sostenible:

• Se compostan para generar fertilizantes naturales, que enriquecen la tierra de nuestros huertos y fomentan la agricultura ecológica.

• Parte del material se reutiliza en proyectos educativos y comunitarios, enseñando a niños, jóvenes y vecinos a valorar los recursos y el cuidado del entorno.

• Todo el proceso es gestionado por personas en programas de inserción sociolaboral, que aprenden habilidades prácticas mientras contribuyen a la sostenibilidad del proyecto.